domingo, 22 de abril de 2018

Entrevista a Ligia Álvarez en El Universal (Transcripción)

ENTREVISTA DEL 21 DE MARZO DE 2018 EN SUPLEMENTO
CERTERA EDAD DE 
EL UNIVERSAL




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Caracas, Miércoles 21 de marzo de 2018

SUPLEMENTO CERTERA EDAD

PERSONAJE

LIGIA ÁLVAREZ

NACÍ PARA SER DOCENTE

A sus 57 años anhela publicar sus obras teatrales Sucedió una noche y Teresa con sabor a Frufrú.

 ELENA SOTO ESPECIAL PARA EL UNIVERSAL

—¿Docencia o dramaturgia?

Las  dos  actividades  son  relevantes  para  mí.  Me  formé como  docente  en  la  Universidad  Pedagógica  Experimental Libertador (UPEL) de Caracas. La docencia es una profesión para la cual se debe tener vocación y yo la tengo. De ninguna manera  se  contradice  con  la  otra  pasión  que  tengo  que  es  la escritura,  en  especial  la  dramaturgia.  Por  fortuna,  en  los actuales  momentos  estoy  conjugando  ambas  porque  soy personal  académico  de  la  Universidad  Experimental  de  las Artes.   (UNEARTE)   y   ahí   facilito   la   unidad   curricular Dramaturgia.  Sin  embargo,  existe  una  gran  diferencia  entre enseñar un idioma extranjero y dramaturgia. Cuando enseñas inglés  en  un  país  donde  la  lengua  materna  es  el  castellano, debes  seguir  patrones  muy  puntuales  en  la  metodología,  es preciso   repetir   y   sin   poder   evitarlo   se   hace   un   poco mecánico. En cambio, cuando se trata de dramaturgia siento mayor libertad porque se comparten experiencias. Cuando  escribo  un  texto  teatral  me  entusiasma  pensar  que puedo  dejar  una  creación  para  que  sea  leída  y  montada  por generaciones  futuras.  Y  no  digo  que  por  las  generaciones presentes, porque existe en ellas un gran desprecio por lo que se  escribe  en  el  país,  sobre  todo  si  los  escritores  no  son conocidos.

—¿Cuál fue la mayor lección que le dio la vida?

Que  nada  es  eterno  en  la  vida  como  dice  la  canción.  Lo aprendí a los 24 años cuando murió mi abuelo.

 

—¿Reescribiría su vida?

Así  como  cuando  escribimos  en  la  computadora  y  nos equivocamos  o  no  nos  gusta  lo  que  escribimos,  así  me gustaría   poder   tener   el   poder   de   borrar   ciertos   errores cometidos por mí. Que quede claro solamente ciertos errores, lo demás que quede igual.

—¿A qué le teme?

A  la  muerte  de  mis  seres  queridos,  o  que  algo  malo  les ocurra como un accidente, o que sufran o se enfermen o que ellos  cometan  errores  irremediables  y  se  dejen  llevar  por  la ira.

—¿Cuál es el mejor consejo que le han dado?

“Estudia hijita, estudia”. Ese es el consejo que siempre mis  abuelos  y  mi  madre  me  daban.  Yo  tomé  en  serio  esas palabras,  a  pesar  de  que  en  nuestro  país  no  se  premia  el estudio.

—¿Qué significa el erotismo para usted?

Tiene que ver con el amor espiritual y el amor físico, Es el juego  con  la  sensualidad  y  la  sexualidad.  Es  importante manejar  bien  el  erotismo  en  la  escritura.  Los  cinco  sentidos ejercen  un  rol  fundamental.  Es  necesario  tener  clara  la diferencia entre el erotismo y la pornografía.

—¿Existe la mala dramaturgia?

Pienso  que  sí.  Siempre  existe  calidad  y  ausencia  de  la misma.  En  el  caso  de  la  mala  dramaturgia,  es  aquella  cuyo objetivo  es  producir  fácilmente  risa  y  otras  reacciones  por medio   de   la   vulgaridad, la   falta   de   creatividad   y   el amarillismo cuyo fin último es la ganancia en la taquilla.

—¿Sigue  considerándose  una  nueva  voz  en  la  dramaturgia venezolana?

Mientras  tu  voz  no  sea  escuchada  o  esté  en  la  sombra, seguirá siendo una voz nueva así tenga cien años.

 

Descubriendo a la mujer a través de sus gustos

 

Una comida • El pabellón criollo “con bastante picante es el cielo para mí”.

 

Un lugar • El Paseo Orinoco de Ciudad Bolívar. “Lo visitaba cada  agosto con  mi  madre,  mis  abuelos y  mis  hermanas.  La última vez  que  estuve  por  allá  fue  en  1985  en  compañía  de mi esposo y mi abuela”.

 

Un libro • Cien años de soledad.

 

Una  fecha    El  18  de  junio  de  1937,  “el  maravilloso  día cuando nació mi madre Ligia del Carmen".

 

 


Texturas. Voces femeninas del teatro venezolano contemporáneo (2)

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