jueves, 23 de julio de 2009

Mi versión de un cuento que alguien me contó

Este cuento se lo escuché a un cuentacuentos en los años ochenta en Caracas. Me gustó mucho y yo como cuentacuentos que soy siempre que tengo la oportunidad lo relato. Su origen está en un cuentacuento boliviano que vivió muchos años en nuestro país y murió anciano. No solamente contaba cuentos, también pintaba y era titiritero. Lo recuerdo con su barba blanca y poblada. Parecía un personaje de uno de sus cuentos. su nombre: Luis Luksic

LA MUJER, LA GATA Y LA BOLA DE CRISTAL
Había una vez un hombre solitario. Vivía en una casa inmensa y hermosa.


Solamente lo acompañaba una gata. Aquel hombre amaba tanto a su gata que no le importaba caminar y caminar cuadras y más cuadras para buscar el único alimento que a su gata le gustaba: sardinas de leche.



Un día el hombre salió y dejó una habitación abierta y la gata curiosa como todos los gatos entró en ella. Estaba llena de objetos antiguos: libros viejos, lámparas añejas, muebles obsoletos...



Pero lo que más llamó la atención de la gata fue una bola de cristal que se encontraba encima de una mesa.



La gata se montó sobre la mesa y camino a su alrededor.



Accidentalmente (como siempre ocurre con los gatos, que si no es una bola de cristal entonces es el vaso de una licuadora y hasta el CPU de una computadora) tropezó la bola de cristal y ésta cayó y se partió en decenas de pedazos. De aquellos trozos comenzó a salir humo, y el humo fue tomando forma humana y apareció un genio. El genio había estado encerrado allí por más de trescientos años.



así que se sintió muy agradecido hacia la gata y decidió, sin preguntarle si quería, convertirla en mujer. Cuando el hombre regresó, buscó a su gata por todas partes pero no la encontró,pero en su lugar consiguió una hermosa mujer.



Cabellos lisos como el de las indígenas , labios carnosos como el de las mujeres afrodescendientes, alta, delgada y con un rostro dulce adornado con unos ojos grandes , alegres y misteriosos como los de las gatas. Cuando ambos se vieron quedaron enamorados instantáneamente. Al cabo de tres días se casaron y se marcharon a recorrer el mundo. Visitaron los lugares más recónditos y raros del planeta.





Después de cierto tiempo se cansaron de tanto recorrer el mundo y decidieron volver a la casa llena de objetos antiguos. Un día el hombre salió a...bueno no recuerdo a qué. Pero lo cierto fue que cuando la mujer se quedó sola en la casa, vio frente a ella un pequeño ratón que salía apresurado de un agujero.



Cuando lo atisbó no pudo contener sus instintos de gata. Así que se lanzo encima del ratón y se lo comió. Ah pero ella no sabía que una mujer que previamente había sido gata, al ingerir un ratón vuelve de inmediato a ser gata. Fue por eso que cuando el hombre regresó no encontró a su mujer. Se sintió tan desesperado ante esa desaparición que se dirigió a todas partes: a las casas de los vecinos, a la policía, a los medios de comunicación , pero nada. Claro, él no sabía que la tenía tan cerca. La verdad es que no tenía ya ni ojos ni pensamientos para la gata, ni siquiera había notado que la gata apareció justo cuando su dulce amor se había esfumado. Los días transcurrieron, también las semanas, los meses, los años y el hombre al borde de la locura por la falta de su gran amor. Un día el hombre se sentó en una mecedora, como siempre a pensar en su amada y la gata se le sentó sobre sus piernas.




Comenzó a acariciar su cuerpito suave, sus orejitas delicadas, tocó su naricita fría y fue entonces cuando pensó mucho más y más en su mujer. Repentinamente, buscó los ojos de la gata y se encontró que ésos eran los ojos de su mujer perdida. Fue en ese instante cuando cerró los ojos y deseo. La gata, por su parte, también cerró los ojitos y deseó.






Él quería convertirse en gato para estar con su mujer y ella en mujer para estar con su esposo.Tal parece que los deseos de él fueron más fuertes porque quedó convertido en un hermoso gato mestizo. Así que cuando vean por ahí, caminando y jugueteando por los tejados a una pareja de gatos, no olviden que esa es la pareja de gatos de un cuentacuentos de nombre Luis Luksic que una vez alguien muy lejano en el tiempo me contó.




sábado, 16 de mayo de 2009

Rosas




Las rosas, ¿a quién no le gustan?
Y si no le gustan, inventa que le gustan...
Quisiera bañarme en rosas de todos los colores
y ser feliz en rosas.
Tocar mi rostro con rosas.
Acariciarme en rosas, rosas rojas, rosas rosas rojas rojas
Rosas en mí, encima de mí, ante mí, después de mí
y rosas rosas rosas rosas rosas rosas rosas rosas
rosas rosadas también rosas y
Hasta la eternidad y más allá rosas.

lunes, 4 de mayo de 2009

Lluvia



Hoy es cuatro.Y llegó mayo. Arribó con la lluvia. La lluvia es agradable, pero sólo cuando la puedes disfrutar. Es decir, si estás en un sitio seguro y la observas desde el cristal de la ventana y además tienes una compañía agradable con quien compartes un té o un chocolate. De esa manera hasta romántica puede ser considerada. No obstante, si te empapas porque no tienes donde escampar, entonces es desastrosa. Aquí en Caracas, cuando llueve todo se vuelve una pesadilla. En las calles se forman grandes ríos e inclusive el tráfico empeora. ¿Y qué decir de esas personas que habitan las zonas inseguras de la capital? Para ellas, la lluvia es un verdadero calvario porque no saben si estarán vivas cuando escampe. O si perderán a algún familiar u otro ser querido. Por eso el significado de la lluvia depende de las consecuencias de ésta en la vida cotidiana de las personas.

Texturas. Voces femeninas del teatro venezolano contemporáneo (2)

  Texturas. Voces femeninas del teatro venezolano contemporáneo (2)