Pude observar la primera sala, en ella había vestimenta de obispos, imágenes de vírgenes, esculturas, objetos y cuadros religiosos. El sitio estaba solo, era yo la única visitante. Me dirigí a la segunda sala, en la puerta me detuve, una fuerza inexplicable me hizo retroceder. Sin embargo, me propuse seguir. Ya adentro un frío atravesó mi cuerpo y no fui capaz de continuar el recorrido. Nunca antes había mi ser sentido ese frío sepulcral.
Al llegar a casa busqué información sobre el Museo Sacro y entendí el porqué de lo que sentí. Durante la época colonia este museo fue un cementerio. Existen doce criptas donde se presumen están los restos de los primeros obispos caraqueños. Excavaciones que se hicieron en los años ochenta revelaron la presencia de veinticinco cadáveres y también se conoce que allí descansan los cuerpos de las personas ajusticiadas por José Tomás Boves cuando ingresó a Caracas en 1813. También encontramos una Cárcel Eclesiástica. Una vez leída esta información entendí que la fuerza helada no fue otra cosa que el frío de la muerte. A continuación, comparto algunas fotos que pude tomar.
.
Al llegar a casa busqué información sobre el Museo Sacro y entendí el porqué de lo que sentí. Durante la época colonia este museo fue un cementerio. Existen doce criptas donde se presumen están los restos de los primeros obispos caraqueños. Excavaciones que se hicieron en los años ochenta revelaron la presencia de veinticinco cadáveres y también se conoce que allí descansan los cuerpos de las personas ajusticiadas por José Tomás Boves cuando ingresó a Caracas en 1813. También encontramos una Cárcel Eclesiástica. Una vez leída esta información entendí que la fuerza helada no fue otra cosa que el frío de la muerte. A continuación, comparto algunas fotos que pude tomar.
.