A veces compro libros usados en las calles... realmente debajo de un puente ¿A veces? No. Solo en ocasiones...a decir verdad desde hace trece años con mayor frecuencia. ¿Por qué? ¡Porque vivo casi al lado! Ya no voy a seguir con esto. El objetivo de mi escrito es otro. Quiero contarles que hace un tiempo me encontré con Cartas a Sebastián para que no me olvide de Orlando Araujo. ¡ Sí! Debajo del puente. Lo compré y por supuesto me lo traje a casa. Cuando me dispuse a disfrutarlo, lo abrí y descubrí una dedicatoria de alguien que con su puño y letra quiso plasmar el sentimiento de un gran amor que tenía el mismo nombre del destinatario de las epístolas. Esto decía:
" Mi querido Sebastián, mi amor. Mis mejores deseos para ti con todo mi corazón. Felices vacaciones. Feliz cumpleaños. Te quiero mucho y espero lo pases muy lindo. De todo corazón, hoy y siempre contigo. Besos. Tu abuela Lala. 25 de julio de 2010". Hoy es 1ro de enero de 2022. Escribí esta nota en mi diario el 15 de julio de 2020. Me pregunto: ¿Qué hacía ese libro olvidado bajo un puesto callejero de libros usados? Tengo una única respuesta: ante un libro no leído dado con amor hay un solo corazón roto ... el mío.
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